ACV Idea tiene nueva sede Los Juanitos, Playa Hermosa, un tesoro donde el mayor riesgo es que quieras quedarte.
Vivir en el sitio donde los niños juegan a cruzar fronteras sin que les maten es un lujo. Aquí los límites entre la paz y la soledad no son difusos ni mucho menos. Es el mismo amor el del negro Luis cuando me viene a buscar para ir a la casa de dios que regentea en Piria y tiene al frente el cartel de Iglesia Nueva Apostólica que el que se prodigan mi felino Salvador terrenal con Ramona justo a la hora que se aparece la luna de mil caras, un ratito después del lucero detrás del inconmovible Alamo.
Te juro que a veces aquí la paz te cala los huesos. Me imagino el paraíso eternal, algo muy parecido al que contaba el Dante. A veces es Varguitas, siempre es Jorge Luis Isidoro y en ocasiones breves el eterno Oneti con la cadencia de un tambor y una batería de murga en una melodía de Mateo.
Siempre es mucho Rosario si el Buenos Aires lo vale y necesito tenerla ya. Obvio para comerla a besos…
Y cuando me toque que partir que me recuerden inaugurando puentes entre canciones. Y si he de partir que me parta la vida, un amor que transforme mis huesos en flor.