El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) Robert Silva comprobó en la noche del jueves – y la amargura de su rostro lo traslucía- cómo la falta de respeto e intolerancia hacia el prójimo han ganado adeptos nada menos que en la grey de educadores y futuros docentes, y que la grifa de país “culto” y “educado” que en un tiempo lo distinguió como la “Suiza de América” está tan averiada que tal vez no haya malla curricular capaz de arreglarla. Fue en el marco del ciclo “Cara a cara” en el cual las autoridades están presentando por todo el país la denominada transformación educativa.
Durante una charla de más de dos horas con padres de alumnos de la escuela Experimental de Malvin y vecinos del barrio, Silva y otros jerarcas fueron insultados e interrumpidos con cánticos de estilo futbolero por una decena de veinteañeros identificados con Ades, la Aasociación de Docentes de Enseñanza Secundaria y el Ceipa, gremio de estudiantes del IPA, la institución estatal que forma a los profesores liceales.
Uno de los pocos momentos de intercambio civilizado entre jerarcas y público presente pareció ser cuando una mujer que dijo ser madre y abuela de alumnos de la Experimental culpó de la mala situación de la educación al “destrozo de la dictadura” y al exceso de diagnósticos.
Otra mujer que dijo se docente del cercano Liceo 10 se quejó de la eliminación de un turno completo en ese centro y alarmada reclamó combatir la presencia de ratas en el edificio de Avenida Italia y Mataojo. Pero ese reclamo pareció un cuento de hadas al lado de lo que espetó otro activista del CEIPA quien aseguró que una escuela técnica de Casabó abejas azotan al alumnado y en tono de amenaza dijo que en caso de picar un alumno alérgico Silva tendría que hacerse cargo del “cajón”.
Casi a las 22 y luego de intentar sin {éxito una decena de veces que los manifestantes depusieran su actitud y de invitarlos a dialogar Silva, al que le gritaron “chorro”y “parásito”entre otros insultos, les pidió que fueran y entre aplausos y gritos abandonaron el lugar. Robert Silva botón vos si que estás pintado no sabés nada de educación cantaban como poniendo corolario a una larga tarde de estadio de fútbol.
“Con Robert está todo bien. Nos escucha” había comentado a este cronista uno de los muchachos antes de iniciar la reunión.